A un día de haber visitado por primera vez en la cárcel a su hijo, Daniel Sancho, acusado de asesinar y descuartizar a su amante, el cirujano Edwin Arrieta, Rodolfo Sancho volvió a Koh Samui, en Tailandia, y a la salida pidió disculpas a la prensa, que está desde hace un mes cubriendo la noticia: “Quizás la imagen que di fue muy dura, prepotente”.
Como todo un caballero, y aunque había asegurado que no volvería a hablar, quizo acercarse a la prensa que desde el 7 de agosto, cuando fue detenido el chef, está apostada día y noche en la puerta del reclusorio, ¿el motivo? retractarse de la imagen que había dado el día anterior, cuando al salir de ver por primera vez a su hijo detenido y acusado, aseguró cosas como: “Si creen que estoy tirado por los suelos llorando, eso no soy yo… Hay dos formas de tomarse las cosas en la vida, como una desgracia o como un reto, creo que he dicho suficiente, ¿vale?… No van a conseguir lágrimas de mí“.
EL VERDADERO SENTIMIENTO DE RODOFLO SANCHO:
El actor español, un poco más tranquilo, le dijo lo siguiente a la prensa en Tailandia: “Ya sé que dije ayer que no iba a volver a hablar, pero quiero matizar un poco mis palabra de Ayer…. Como os imagináis lógicamente salí de un momento complicado ahí adentro… Quizás la imagen que di fue muy dura, quizás prepotente, no lo se. Sabéis que siempre he tenido una sonrisa para la prensa, quiero que se entienda que esto es un un mecanismo que yo uso para sentirme firme, para sentirme fuerte y para ayudar a mi hijo. Es simplemente matizar ese punto”.
Se retiró los lentes oscuros que tapaban su tristeza y preocupación, mirando de frente, con una sonrisa que escondía su dolor, siguió diciendo: “En ningún momento he querido parecer prepotente, ni frio, ni duro, ni nada así… Simplemente es un lugar donde yo me sitúo. Yo me conozco muy bien a mí mismo y sé que me pongo ahí para sentirme fuerte… Y ya sabéis que a partir de ahora si necesitáis cualquier cosa tenéis a Carmen Balfagón y Ramón Chippirrás que son mis portavoces y parte del equipo jurídico“, terminó y se despidió de todos dándole las gracias por estar pendiente de su familia.
Recordemos que en la mañana del miércoles 6 de septiembre, el actor español se presentó en la prisión de Koh Samui para visitar por primera vez a su hijo, acusado de asesinar y descuartizar al cirujano colombiano Edwin Arrieta. Era una de las visitas más esperadas de los últimos días, sobretodo después de que el actor se reuniera con las autoridades tailandesas en Bangkok.
QUÉ DIJO ANTES Y DESPUÉS DE LA PRIMERA VISITA A DANIEL:
Antes de ver a su hijo por primera vez, manteniendo una aparente tranquilidad, muy seguro de lo que quería decir y de lo que no, Sancho permitió que la prensa se acercara y le preguntara, pero no respondió casi nada.
“Primero quiero darle mi más sentido pésame a la familia Arrieta… Segundo mostrarle mi respeto a las autoridades tailandesas, creemos en la justicia y en cómo funciona las cosas. Decir que mi hijo ama profundamente ese país, por eso venía, su cultura, su gente… En tercer lugar agradecer el apoyo de toda la gente, recibo mil mensajes todos los días apoyándome, y agradecer a esa parte de la prensa que muestra respeto y se porta bien. Y por último, en cuanto al proceso judicial, decir simplemente que estamos esperando el informe de la fiscalía, y hasta ese momento no podemos hacer nada más”.
Después de estar cerca de tres horas, a la salida fue bastante frío, hoy sabemos que era su mecanismo de defensa, y dijo lo siguiente: “Si creen que estoy tirado por los suelos llorando, eso no soy yo… Hay dos formas de tomarse las cosas en la vida, como una desgracia o como un reto, creo que he dicho suficiente, ¿vale?… No van a conseguir lágrimas de mí”.
Tal como lo explicó el día anterior, tanto la familia, el chef y la defensa, están esperando que la fiscalía se pronuncie para saber los pasos a seguir. Por lo pronto, la prioridad es evitar que se le da pena de muerte al chef, quien confesó haber asesinado y descuartizado a su amante.
Rodolfo Sancho después de visitar a su hijo en prisión: “No van a conseguir lágrimas en mí”